Texto y Fotografías por Biol. Oscar S. Aranda Mena
Voy a hacerle una pregunta: ¿Quiénes son los seres más molestos, desesperantes y repulsivos del mundo? Probablemente, y tras una brevísima reflexión, llegue a la misma conclusión a la que yo llegué. ¡Las moscas! (y algunos seres humanos a quienes, ciertamente, desearíamos poder hacer desaparecer de un certero periodicazo).
Ya decía el poeta español Pere Quart (Joan Oliver i Sallarès, 1899-1986) que la naturaleza nos procura «una bestia para cada molestia», lo que ciertamente es verdad. De noche, son los también desagradables mosquitos y de día… nuestras «amigas» las moscas. En este caso en particular, su pequeño tamaño no las hace menos bestias, además de ser tan antiguas, que ya molestaban a los mismísimos dinosaurios. También versa el dicho popular, que “cuando el diablo se aburre, mata moscas con la cola”, y es que no sólo en el submundo abundan las moscas, sino que aquí, en nuestro paraíso terrenal, suele haber tantas que a veces nos hacen sentir que vivimos nuestro propio infierno.
Las hay por todas partes, de todo tamaños, formas y colores. Las hay bonitas y feas, aunque en la gran mayoría de los casos, su belleza la llevan tan adentro que sólo un apasionado coleccionista de moscas podría apreciarla. A pesar de su asombrosa diversidad, en la que se cuentan más de 85 mil especies, en éste artículo me refiero exclusivamente a aquellas especies que nos acompañan desde el nacimiento hasta la muerte, tanto en casa como en la escuela o el trabajo. Entre ellas están la mosca doméstica, la mosca de la carne y la no menos célebre mosca metálica o también llamada “panteonera”, dado que en la antigüedad eran abundantes en los panteones.
Todas las moscas comparten una asombrosa capacidad: volver loco hasta al ser más pacífico y equilibrado del mundo, sin importar especie o clase social a la que pertenezca. Podrían escribirse tratados enteros sobre las reacciones psicológicas que las moscas zumbonas provocan a los humanos, actuando desafiantes y audaces, como si no le debieran nada a nadie. Tal vez es así, y su misión en éste planeta, además alimentarse de lo que nadie más quiere, es recordarnos una y otra vez lo incapaces que somos de tener el control de las cosas, por mucho que lo intentemos.
A continuación expondré lo que a mi parecer son los cuatro grandes pasatiempos de las moscas:
1) Posarse sobre nuestras narices incontables veces,
2) Pasar en vuelo rasante y zumbante junto a nuestros oídos,
3) Alimentarse, defecar y reproducirse continuamente, y
4) Cuando no están haciendo ninguna de las anteriores, se lavan frenéticamente las manos, como si en un momento de lucidez sintieran asco de sí mismas y de lo repugnantes que pueden llegar a ser, aunque son tan irreverentes que tal vez se las están frotando, como aquel que con malicia, está planeando su próxima travesura maestra.
No pretendo culparlas por lo que son, pues entiendo que esa es su naturaleza, y por más despreciables que puedan parecer, las acepto como son, y reconozco que mi relación con ellas podría ser considerada como de «amor-odio», pues aunque me siguen volviendo loco, no puedo evitar abrir la ventana para dejarlas escapar, en lugar de matarlas.
Sin embargo, e independientemente de la opinión que podamos tener de ellas, siempre hay algo importante que podemos aprender de ellas, aunque para lograrlo, hay que ver las cosas desde la perspectiva de las moscas mismas: Su éxito radica en que son animales extremadamente sanos, a pesar de que son portadoras de un centenar de enfermedades debido a su anti-higiénico estilo de vida. La razón está escondida en su ADN, pues tienen genes especializados que les dan una inmunidad asombrosa, y el hombre intenta crear nuevas vacunas inspiradas en esas desagradables moscas.
Es verdad… Tenemos mucho qué aprender de ellas. Es cierto que son un incordio para la humanidad, pero también lo fueron para los dinosaurios y todos los animales ya extintos. Aunque nos pese reconocerlo, si han estado en éste planeta por unos 300 millones de años, algo bueno estarán haciendo. ¿Usted qué opina?
Muy buen artículo y excelentes imágenes. Saludos.
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