Texto y Fotografías por Biol. Oscar S. Aranda Mena
Uno de los más comunes y desagradables insectos es también un compañero obligado de nuestra vida diaria. Por más que nos esforcemos en evitarlo, siempre habrá una mosca rondando nuestros alimentos, dispuesta a retar nuestra capacidad de eliminarla, anticipándose a nuestros movimientos… He aquí la verdad sobre las moscas caseras.
Moscas para todos los disgustos
Las hay negras, verdes o azules; pequeñas, medianas y grandes; y cada una de ellas tiene preferencias por alimentarse desde las sustancias más puras y dulces hasta las carnes más pútridas y las heces fecales. Lo cierto es que hay más tipos de moscas que de mamíferos en el mundo, ya que en sí, la palabra “mosca” incluye a todos los bichos de dos alas. Para nosotros, en la vida diaria, ésta palabra se utiliza para describir a poco más de 30 especies, con las que estamos obligados a convivir desde el momento de nuestro nacimiento, pues aunque algunos lo nieguen, hasta en la casa más limpia existen moscas.
Moscas con buen “gusto”
Con un excelente sentido del olfato, no pasan unos minutos para que alguna mosca llegue a posarse por igual en un plato de comida recién cocinada como en un animal muerto, pues contrario a lo que se cree, las moscas se sienten igualmente atraídas por alimentos frescos, sean cocidos o crudos. Para nuestra desgracia, son los animales más rápidos en encontrar su comida, así que por hambre no sufrirán.
Una de las cualidades de las moscas es su desarrollado sentido del gusto, ya que perciben el sabor no solamente con la boca, sino también con la punta de las patas. Una mosca que está paseándose por nuestra mesa a la hora de la comida, se da cuenta inmediatamente si camina sobre una mancha de algo dulce simplemente con pisarla; lo que es muy conveniente para un bicho acostumbrado a recoger su alimento del suelo.
Venciendo al matamoscas
¿Cuánta rabia no has sentido al intentar matar una mosca y observar cómo ésta escapa tranquilamente? Pareciera que éstas pueden “leer” nuestras mentes, anticipándose a nuestros movimientos, lo que no está muy lejos de la realidad. Una mosca tiene un sistema nervioso altamente sofisticado, que le permite reaccionar a nuestros movimientos, prácticamente en el mismo momento que los iniciamos.
Sus ojos se cuentan como unos de los más complejos del mundo de los insectos, compuestos por múltiples lentes individuales, con visión periférica. Además, sus cuerpos están cubiertos por pequeños pelos sensibles a la presión, los cuales les permiten saber exactamente de dónde viene la amenaza. La combinación de éstas cualidades les permiten ajustar la posición de sus patas y “establecer” una ruta de escape, todo en apenas 200 milisegundos, mucho antes que seamos concientes de su audaz huida.
Tecnología del vuelo
Una de las razones por las que las moscas son tan buenas voladoras es el diseño de sus alas, que ha inspirado a los ingenieros de la aeronáutica y podríamos llamar perfectamente una tecnología de «vuelo de mosca». Contando en realidad con 2 pares de alas, sólo un par es visible, ya que el otro par es muy pequeño y se ha modificado en órganos estabilizadores de vuelo, denominados balancines. Si imaginamos el movimiento de las alas (de arriba hacia abajo), éstas al moverse forzarían al resto de su cuerpo a moverse en sentido contrario, como ocurre con las mariposas al volar. Dichos balancines se mueven simultáneamente y de forma contraria, manteniendo el cuerpo de la mosca estable y fijo, lo que es comparable al movimiento de nuestros brazos al caminar (intenta caminar sin moverlos y verás lo que sucede).
Amigas y villanas
Consideradas plagas indeseables por transmitir gran cantidad de enfermedades a los humanos y su asombrosa rapidez para multiplicarse (una mosca adulta puede depositar hasta 500 huevos en su vida -que dura un par de semanas-, y cada uno de sus huevos completar su ciclo vital en unos pocos días), la realidad es que el planeta no funcionaría sin estos indeseados bichos.
Encargadas del reciclaje de los desechos de origen animal y vegetal, su trabajo resulta ser un proceso esencial para la permanencia de la vida en la tierra, al eliminar los cadáveres y la materia en descomposición en cuestión de días, devolviéndolos en forma de nutrientes a la tierra. Son también necesarias como alimento de una incontable cantidad de aves, anfibios y reptiles, murciélagos, arañas e insectos, y en realidad tienen también una participación importante en el proceso de polinización de las flores.
¿Vivir con ellas, o sin ellas? He ahí el dilema… Sin las moscas, nuestro mundo estaría hundido en un mar de desechos pestilentes, enfermedades y plagas mucho peores que las mismas moscas.
¡Propongo un brindis por las moscas, y una plegaria para que no entren a nuestras casas y nos dejen en paz!
Estupendísimas fotos… ¿cómo le hiciste????
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Qué bárbaro, qué fotos, cómo le hiciste? Rosa María Mena
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wow! super interesante y me funciono muy bien Gracias!
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