Una Tortuga Golfina (Lepidochelys olivacea) ha caído entre las enormes rocas que se colocan para construir «espigones» o «rompe-olas». Estas obras son altamente perjudiciales para la dinámica de las playas y los animales que en ellas habitan, pues además de modificarse las corrientes y provocar erosión, son objetos ajenos a la «memoria histórica» de algunos animales como las tortugas marinas. Ésta tortuga, en búsqueda de un sitio adecuado para anidar, terminó subiendo al espigón y cayendo entre las rocas, resultándole imposible salir de esta trampa mortal. En su intensa lucha por salir, tenía en carne viva una de sus aletas. Fue rescatada y puesta a salvo. Tomada en Puerto Vallarta, México.
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